viernes, 30 de diciembre de 2016

2016, ¡vete y no vuelvas!


Sin darnos cuenta llegamos otra vez a esa parte del año en la que hablamos de todo aquello que logramos y sentamos los planes para ese nuevo año que está a tan sólo unas cuantas horas.

Para ser sincera, este año no logré absolutamente nada de lo que me propuse.Y es que aunque sí pronocioné una materia en la facultad (y con un 9 cabe destacar), ni siquiera el año facultativo resultó ser lo que esperaba.
Lolitamente hablando había dicho que este año iba a aprovechar más las tantas salidas que arma una de las comunidades argentinas, pero al final terminé volviéndome a Concordia sin haber vestido el estilo ni una sola vez. Y aunque suelo poner la excusa de que me sata tiempo (que en sí no es del todo mentira), a veces pienso que eso es sólo eso, una excusa. Es que hay quien dice que si realmente querés hacer algo, no hay razón que te lo impida. Y en sí es cierto, o al menos eso creo. Creo que al final más que tiempo (o dinero), lo que realmente faltaron fueron ánimos.

Y con respecto a lo del ánimo, creo que este fue un año en el que me sentí bastante bajoneada, al punto en que ni siquiera me dediqué a hacer los accesorios y manualidades que tanto disfruto.
En sí creo que este fue un año difícil, no porque hayan pasado cosas malas, sino porque me encontré luchando conmigo misma y mis pensamientos y sentimientos más de la cuenta.
Dicen por ahí que cada uno tiene sus propios demonios, y este año los míos aparecieron más de lo esperado y no me dejaron disfrutar las cosas que tanto deseaba...

Por otro lado, también pasaron cosas buenas, y aunqe quizás para muchos no sean nada e incluso piensen que son muy materialistas, para mí valen mucho.

En este año:
- Avancé en con el profesorado en inglés al punto de que el año que viene pueda llevarlo a la par con el traductorado.
- Aprendí, más que nunca, a no prestar atención a lo que dicen otras personas.
- Debido a varios incidentes (de los que no me corresponde hablar), la relación con mi hermana creció para mejor.
- Agrandé mi armario lolita (aunque sean una o dos prendas).
- Me dí cuenta de a quién le importo realmente y quienes sólo están conmigo porque les conviene.
- Me mudé de la pensión.
- Mi coleeción de la discografía de VIXX se triplicó (aunque todavía sigo esperando a que lleguen tres CDs).
- Gracias a una amiga a quien aprecio mucho y quien no dejó de insistirme nunca, es muy probable que para principios del 2017 esa pequeña idea que mucha gente me tiraba se vuelva realidad y cree una tienda de accesorios.
- Conocí gente nueva y, por cosas de la vida, una de ellas se terminó volviendo muy cercana e incluso creo que en un futuro no muy lejano podría llegar a llamar amiga.
- Conseguí muchos libros nuevos, rompiendo mi promesa de no comprar más hasta no tener donde guardarlos adecuadamente (Ups!).

Estoy muy segura de que faltan una que otra cosa en la lista, pero incluso viéndola así, es mucho más de lo que pensaba y aunque, como dije antes, algunas cosas pueden sonar un tanto materialistas, también son cosas que requirieron mucho esfuerzo ya que requerían que haga cosas que nunca antes había hecho por no animarme a hablar con desconocidos.

No sé, supongo que más allá de todo, este año, con todo lo bueno y lo malo, me ayudó a crecer como persona y al final, eso es lo que más importa, no? Después de todo, qué sería de nuestras vidas si no avanzamos nunca? Y al final, este año puedo decir, que aunque con miles de tropezones, siento que avancé mucho más de lo que podría haber pensado.