sábado, 17 de agosto de 2013

Soma, el árbol de la vida - Pablo Banini

Desde que recuerdo me ha gustado leer. El hecho de poder viajar a mundos increíbles, conocer gente brillante y descubrir emociones que seguramente jamás conoceré en el "mundo real" me resulta realmente fascinante. Y qué mejor manera de hacer todo esto que leyendo un libro? Cuando leemos no sólo nos entretenemos, sino que nos convertimos en los personajes del libro, nos volvemos parte de la historia. Y esa historia nos marca, incluso aunque nos digan que son sólo historias, cosas que nunca pasaron, para nosotros, aunque sea por unos pocos minutos, lo fueron. Y cómo lo fueron! Cuando leemos, podemos pasar de una vida en la que no nos pasa nada, o incluso de una vida llena de problemas y preocupaciones, a una vida llena de aventuras y nuevas emociones por vivir. Un día podés ser un pirata recorriendo el mundo buscando tesoros y al otro ser un detective resolviendo los casos más complicados junto a tu fiel amigo. Y es que hay tantos mundos diferentes dentro de los libros! Tantas vidas y sueños! Y vos los podés vivir todos.
Y cuando terminás un libro, volvés a tu vida, pero al volver te sentís diferente. Es cierto, los problemas que te preocupaban siguen ahí, pero ahora es diferente. Porque ahora te diste cuenta de que si estando dentro del mundo del libro pudiste superar todas esas pruebas tan complicadas, entonces los problemas que te molestan no son nada, y estas segura de que también vas a poder superarlos. Porque estando en el mundo del libro conociste el amor, la tristeza de perder a alguien querido, el valor que se requiere para seguir adelante a pesar de todo, la fortaleza para vencer tus miedos. Y entonces sonríes, porque aunque todos te digan que esas historias no son reales, vos sabés que no es así, porque vos las viviste, las sentiste, y fueron esas historias las que te dieron la fuerza para seguir adelante cuando nadie más te ayudó.


Quienes me conocen y conocen mi biblioteca, se habrán dado cuenta de que me gusta leer de todo. Desde historias de terror o de detectives, hasta historias de amor o verídicas, incluyendo a los cuentos infantiles, por supuesto. Mucho de esto se debe, creo yo, a que empecé a leer y armar mi biblioteca desde bastante chica, porque debo admitirlo, desde que recuerdo, siempre amé estar rodeada de libros. Para mis cumpleaños siempre pedía algún libro y era realmente felíz, cuando al abrir mi regalo, lo veía en mis manos.
Otra cosa que caracteriza a mi colección es que no suelo guiarme por autores. Si me gusta un autor, suelo buscar más libros de él, pero no es lo más común. Lo que más me gusta es ir a pasear a una biblioteca, dar vueltas, revisar, seguir dando vueltas, hasta que al fin un libro me llama la atención. No suelo leer la contratapa, prefiero dejarme guiar sólo por el título y, generalmente, ese libro que me llama la atención es ese que no había notado sino con el rabillo del ojo. Ese que estaba sepultado entre otros libros y que desde algún rincón notó mi presencia y me pidió a gritos que lo comprara, y así lo hago.

Algo así me pasó con el libro del que les voy a habar.

La semana del 24 de mayo al 2 de junio, se llevó a cabo, por primera vez en la ciudad de La Plata, la feria del libro y hasta allá me dirigí. Lamentablemente no tenía mucha plata, así que sólo esperaba comprar un libro. Despues de una cola de aproximadamente 10 minutos, logré entrar. Y ahí estaba yo, cual niño en una tienda de dulces. Y es que era enorme! Con más de 100 stands y miles de libros y ofertas increibles por donde mires! Me habrá llevado aproximadamente dos horas recorrer todos los stands. Estaba realmente fascinada! Y quería comprarme todo!
Al final, sólo terminé comprándome un libro (La caja del mal) que me salió sólo $25. Cuando ya me estaba yendo, me encuentro con este otro stand que antes me había perdido debido a que la cantidad de gente en el lugar, no me dejaba ver bien. En este stand (uno realmente pequeño), sólo había una pequeña mesa circular y una montaña de libros (todos iguales). Al verlo, llamó mi atención, así que decidí luchar contra la marea de gente y acercarme un poco más. Aunque aún todavía lejos, pude llegar a leer el nombre del libro: Soma, el árbol de la vida. La verdad ese título no me decía mucho; "el árbol de la vida" pensé "no me suena a buen nombre", pero para cuando quise acordar, ya era demasiado tarde. Me había visto, él sabía que lo había visto. Ya no había escapatoria. Como hehcizada por ese libro de nombre que no me terminaba de gustar, seguí peleando contra la marea de gente y llegué junto a él. Apenas me acerqué un hombre me saluda y me tiende un libro para que le dé una hojeada. Lo tomé pero no lo miré, directamente pregunté el precio. "$84" me contestó el hombre muy amablemente "podés hojearlo si querés, no hay ningún problema". "84" pensé "eso es más de lo que me queda". Un poco triste por esta revelación volví a mirar al hombre "no, gracias. Prefiero que me sorprendan". "Además" volí a pensar "ya es demasiado tarde, ya estoy hechizada".  Me habré quedado alrededor de 5 minutos parada en el lugar, mirando la tapa del libro en mis manos. "Realmente sos muy malvado", pensé para mis adentros, hablando con el libro "hacerme esta jugada cuando sabés que ya no puedo romper el hechizo y tampoco puedo comprarte". Cuando al fin reaccioné, no pude evitar pensar lo rara que me vería al estar parada sólo mirando la tapa del libro, sin decir nada y algo deprimida. Con un poco de vergüenza, devolví el libro y dí las gracias. Todavía triste y con ganas de llorar, volví a la pensión y me encerré en mi pieza. Una vez encerrada, ya no pude contenerme y unas lágrimas rodaron por mi mejilla. Realmente lo quería, aunque el título me recuerde al de un libro de autoayuda y, por lo mucho que sabía de él, tranquilamente podría serlo. Lo quería y no podía tenerlo.
Cuando al fin me calmé, no pude evitar sonreír. "Por suerte mi hermana está en Concordia y vuelve mañana, seguramente se habría burlado de mí al verme llorar por un libro".
Al otro día, después de la facultad, volví a ir a la fería, sólo para pasar por el stand y ver al libro que se llevó mis lágrimas y que no sería mio.
A la noche, llegó mi hermana y para mi felicidad, traía un regalo de parte de mi tía: $100. "$100!!" Mis ojos se abrieron por la emoción "al fin serás mio! Al fin podré leerte y deisfrutar de las aventuras que me tenés preparadas!"
Así llegó mi tercer día recorriendo la feria del libro. Estaba tan emocionada, que al entrar fuí derecho al stand. Todavía un poco nerviosa de que me reconociera como la chica rara que se quedó un siglo mirando la tapa del libro que no compró, me acerqué a la mesa, tomé un libro y, mirando al hombre le dije que lo llevaba. "Son $84. Es para vos o para regalar?". "Para mí", Contesté todavía algo nerviosa. "Tu nombre es?". "Florencia" Volví a decir. Entonces el hombre abrío en libro, tomó una lapicera y comenzó a escribir una dedicatoria en él. "Es el autor! Es realmente el autor! Claro que es el autor! Cómo no me dí cuenta antes? Oh, no! Es el autor! Y yo acá actuando tan socialmente extraña como es posible! E incluso más! No! Soy tan tonta! Qué pensará de mi? Seguro que soy rara. Es el autor! Y me está escribiendo una dedicatoria!". Mientras seguía pensando en lo tonta que fui al no darme cuenta de que era él, me devolvió el libro con su firma y dedicatoria. Temblando y totalmente colorada, lo tomé y lo abracé. "Me gustaría preguntarle tantas cosas! Hace cuanto que escribe? Se inspiró en algo en particular para la historia? Cuál es su personje favorito?" Pero al final, mis nervios me traicionaron y como me dí cuenta de que seguía mirandolo y ni siquiera le había dado las gracias por el libro, atiné a preguntar lo primero que salga de mis labios. "Has escrito otras cosas?" Pregunté con un hilo de voz algo temblorosa. "Este es el primero, pero estoy escribiendo otros dos más". Me hubiese gustado decirle que esperaba con ansias saber de los próximos libros, pero entonces me dí cuenta de que aunque es común para mí leer libros sin saber de qué tratan o sin haber oído hablar del autor antes, quedaría un poco raro decirlo y seguro que él pensaría que lo hacía sólo para quedar bien. Todavía nerviosa sólo atiné a darle las gracias, entonces nos despedimos. Él me dió un beso y un abrazo, yo todavía seguía abrazada al libro, como si mi vida dependiera de ello.


Al llegar a la pensión me volví a encerrar en la pieza, pero esta vez, para dedicarme a leer. El libro es de género fantástico.
En el reino de Kevenin, el rey ha sido envenenado y toda salvación posible se encuentra en una carta que está en posesión de Morán, viejo mago que vive en un bosque en una cabaña alejada de la civilización. El encargado de buscar la carta es el joven Rafael (sobrino del rey). Uno pensaría que la historia termina una vez que los viajeros y la carta hayan llegado a su destino al reino de Kevenin, pero no. No es sino ahí, donde la historia realmente comienza. Soma es, en sí, una historia llena de aventuras, en la que nuevos personajes aparecen y desaparecen constantemente, para luego volver a aparecer, pero que, a diferencia de lo que muchos creerían, esto no confunde al lector, sino que lo ayuda a querer seguir leyendo. La historia es realmente muy bonita y los paisajes que ofrece son maravillosos. Tanto que me tomé mi tiempo para leer varias veces el paso de los protagonistas por el valle donde no deja de llover ni un segundo y un arcoiris recorre todo su cielo. Los personajes también cambian bastante durante todo el trayecto, sobretodo Rafael quien, para el final del libro ya no es ese chico incente que confía en todo el mundo y que en muchos casos se tornaba desesperante (y a quien le hubiese dado varios golpes de tenerlo cerca -.-).

Al libro lo terminé de leer en dos días y la verdad, me encantó. Para ser el primer libro, me parece bastante bueno. Tiene sus errores (como comentarios o bromas que se sienten un poco fuera de lugar), como sucede con todas las primeras cosas, pero sin duda es un libro que recomendaría, incluso si no sos alguien a quien le guste el género fantástico. La belleza de los lugares que describe es algo digno de toda persona que disfrute la lectura o tenga una imaginación algo activa.

Sólo me queda decir que, después de leer el libro, volví a ir a la feria. Mi idea era ir a hablar con el autor, decirle lo mucho que me había gustado Soma y que espero con muchas ansias sus próximos libros. Sin embargo, al momento en que me estaba acercando a él, empecé a sentirme demasiado nerviosa, y al final terminé por no decirle nada, cosa de la que ahora me arrepiento; y espero en algún futuro no muy lejano, pueda vovler a verlo, para entonces sí, poder decirle todo lo que quise decirle entonces.

5 comentarios:

  1. Está súper gay tu historia, Flo~ <3~ Toda ñoña y bonita~ *la bullea con amortz*
    Las ferias de libros son lugares místicos y mágicos. A mi me pasa que yo no sé qué comprar! Si no son recomendados o sé de que va tengo tanto miedo de gastar mi precioso dinero en algo cuyo ritmo de escritura me vaya a purgar (Divina Comedia te estoy mirando) y termine sin leerlo.
    Qué genial que los libros de hablen, Flo, tienes un método muy libre y genial para escogerlos, deberías de escogerme algunos p.q
    Y qué súper gayyyyyy la nota del ñor! Mi papá firma los libros con sarcasmos, pero supongo que es personalidad del autor (considerando que sus cuentos son bien tétricos, realistas y crudos).

    Disfruta el otro libro! Y tómate la oportunidad de hablarle al autor~ Hasta mi papá que es un cínico, amargado y sarcástico de lo peor se emociona y se empana mucho cuando alguien le dice que le gustó su libro y le dice exactamente por qué (es así como sabe uno que no es de compromiso).

    Saludooos~~

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    1. Gracias! Creo... Un.n Jajajaja
      Pues debo admitir que haciendo lo que hago, me he terminado llevando varias desiluciones. Hay libros que los veo y muero por leerlos y me imagino como van a ser, porque me miraron tanto y querían tanto que los compre, y después los tengo en mis manos y.. Blah! No sos nada de lo que esperaba! (Si Corazón de las tinieblas a vos te miro ¬¬) Pero al final, aunque me lleve más tiempo de lo normal, los termino leyendo.
      Y concuerdo al 100% con tu comentario sobre el autor! xD A la dedicatoria recién la leí cuando llegué a la pensión (antes estaba muy nerviosa xDD) y me dio mucha risa. Recuerdo que pensé "es taaaan cursi! Ya no sé que puedo esperar del libro depsués de esto" xD Jajaja

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  2. Yo hubiera muerto de la emocion si hubiera estado en el lugar del autor y visto tu reaccion a ese libro, y mas si es el primero que saco. Es como "omg!a alguien le interesa las tonterias que escribo!wiiiii!"

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    1. Si yo fuera escritora moriría de emoción cada vez que alguien comprar alguno de mis libros y me pondría tan feliz que termina actuando super raro y la gente me miraría feo y se alejaría de mi (?) Jajaja

      Maid!!! Donde estas!! Extraño nuestras charlas!! :(

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  3. ¡Qué bonita historia!

    Yo también suelo comprar libros por intuición... el título o portada me llaman la atención y me los llevo. Creo que así se encuentran los mejores :D

    A ver si algún día consigo ese de Soma por acá en México, suena interesante.

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